A CIEGAS
CAPITULO 1
(UN NUEVO MUNDO)
Soy Abel, Llegaba tarde del
trabajo, mi esposa estaba sirviendo la cena y yo la acompañaba pero mientras me
pegaba un baño. Llegué a la cocina y la ayude a servir estaba muy caliente no sabía
por qué y se sentía mal, ella tuvo un accidente hace 10 años donde perdió a
nuestro hijo y se quedó totalmente sorda y no podía escuchar desde ese entonces
todo se fue abajo y no había más remedio entenderla. Pasaron las 2 semanas y
aún no podía hablar. Estuvo en el Psicólogo durante años y no podía hacerlo. Un
años después… salimos a pasear y decidimos llegar a un centro comercial le
pregunte que quería ella hizo su primer gesto, me quedé impactado y sorprendido
con las lágrimas que frotaban mis ojos simultáneamente y decidí darle un abrazo
fuerte en el que caracterizaba todo lo que sentía por ella. Decidimos comprar
un muñeco, dejé que lo escogiera a su gusto, lo tomó y lo llevamos a casa. Se
sentía a gusto con él, la dejé que se distraiga. Nuestras vidas cambiaron del
todo y todo lo que pensábamos que no era real ahora lo era
2 años después…
Ahora todo estaba normal
podía convivir con mi esposa, habla con gestos pero no me importaba, estaba con
ella.
Decidí viajar a buenos aire argentina,
estaba preparando la maleta, ella se tenía que quedar con mi hermano Roberto
para que el la cuidara mientras hacía un viaje de negocios a ese país.
Llegó el día, me acababa de
levantar eran las 6:30AM no la desperté, quería que siguiera durmiendo tranquila,
mientras entraba al baño llamé a mi hermano para que me hiciera el desayuno, no
contestaba el teléfono, le hice como 10 llamadas y no contestó me enfurecí al
principio pero luego ya no. Roberto contestó a mi último mensaje y me dijo que
si, llego y decidí irme al baño, agarré una toalla de color azul. Cuando salí
del baño me estaban llamando del trabajo pidiendo que por favor me alistara
rápido que el aeropuerto no podía seguir esperando a que yo llegara, eran las
7:59 y el vuelo iba a partir, y no sabía qué hacer, mi esposa no estaba despierta
aún, desayune apurado. De eso mi esposa se levantó de la cama y se alisto lo
más pronto posible, en eso le pregunte ¿Qué haces? ¿Para dónde vas? Ella me
contesto que iba conmigo, ¿Por qué? Le pregunte, me dijo que no me podía dejar
solo, la verdad no sabía que decirle y con lágrimas en mis ojos todo estaba más
que bien.
Pospuse el vuelo y lo decidí
dejar para la próxima semana no quería dejarla sola, se sentiría sola y no me
gustaría dejarla.
Así que me tome esas dos
semanas para pensar con ella y hacer muchas cosas que le gustaran, ella
emocionada me dijo que sí, y yo encantado le di el visto bueno.
No estaba del todo mal. Todo
estaba más que bien.
De repente Narla (Mi esposa)
sentía escalofríos dentro de la casa, pero no le daba importancia alguna a lo
ocurrido. Estaba en el cuarto de atrás tejiendo y de repente sintió que estaba
alguien detrás de ella, de un momento a otro corrió a mis brazos asustada le
pregunte porque yo no quería decirme, me respondió que todo estaba bien, que no
me preocupara.
Pasaron las semanas y no sabía
qué hacer, ella estaba desesperada y lo notaba y lo hacía notar, no sabía lo
que estaba pasando y no le daba importancia por un lado.
Estaba agobiada pero
tranquila tejiendo lo sabía porque lo sentía, pero no quería tocarle el tema
porque sabía que se iba a poner mal, dos semanas después se seguimos viviendo
los problemas. Eran las 2:00AM estábamos en la sala comiendo y viendo
televisión, ella preparó palomitas y cuando se acabó el programa decidimos
irnos a dormir. Necesitaba levantarme mañana para ir al trabajo y ella
necesitaba prepararme el desayuno, (3:00AM) se sintió un escalofrió como si la
cocina estuviera temblando, fui hacía ese lugar pero no había nada ni nadie,
pero por si las moscas estaba revisando toda la casa para ver si todo estaba en
orden.
Toda la noche se siguieron
sentir los temblores. Al amanecer ella estaba buscando Tomy (El muñeco) no lo
encontró por ningún lado, pero no me preocupe en buscarlo, salí a comprar uno
nuevamente. Ella estaba triste porque quería el que había escogido pero no lo
podía encontrar.
En ese momento no estaba
seguro de estar viviendo con ella en ese lugar, despejé mi mente y me senté a
la orilla de un río que se encontraba en ese lugar, para ameritar todo lo que
estaba pasando y él porque.
Se hicieron las 5:00PM y
tenía que regresar a la casa, de un momento a otro encontré a mi esposa
escribiendo en la libreta que no podía ver me sentí agobiado triste, con todas
las emociones en un solo lugar. Mi vida estaba destruida ahora todo o bueno que
había pasado estaba en el peor lugar.
Narla no le dio importancia
a su vida en ese momento, ya le daba igual que era lo que estaba pasando o no,
yo me agobiaba en su dolor y me sentía del todo triste. Pasó 1 año y no daba
señales de su estado de salud positiva. Ahora bien ¿Qué podía hacer? no tenía
mi cabeza centralizada.
Necesitaba buscar respuestas
pero aún faltaba mucho por descubrir, fuimos a un centro de rehabilitación para
que pudiera estar mejor. Pasaron 2 días y no podía más con este sufrimiento y
porque y como pasó todo esto. Dejé que todo siguiera como tuviera que seguir.
Pasaron 2 meses y nada que se recuperaba, no la iba a abandonar, era muy duro
pensar eso pero trataba de no pensar en todo esto.
Llamé a Roberto para que me
diera orientación de que podía hacer. No sentamos a charlar un rato y le
explique todo lo que estaba pasando, me dijo que no me preocupara que todo
estaba bien, me dio un abrazo y mientras que Narla se recuperaba estaba
viviendo en la casa de él.
La visitaba todos los días
por las mañanas tardes y noches, antes de ir a dormir para que sintiera que me
preocupo mucho por ella.
Las cosas no eran que iban
del bien, encontró al muñeco Tomy pero no lo traje yo:
Narla: ¿Tú trajiste el
muñeco? – Gestos-
Abel: No, ¿Por qué lo dices?
Narla: Apareció aquí –
Gestos-
Abe: Lo habrá encontrado,
Roberto
Narla: Esta bien –Gestos-
Todo iba marchando de
repente bien, todo estaba cambiando de un parpado, sentía que todo lo que le
faltaba era amor y ese muñeco que lo complementaba todo.
Pasaron 2 semanas y no podía
traérmela todavía, no sabía que hacer no le daba de alta pero ella no le daba
importancia. Estaba estable en mi trabajo y todo iba marchando a la perfección.
–Llamada de Roberto- Me acaba de llamar Roberto preguntando como estaba todo en
mi trabajo y que estaba visitando a Narla, le agradecí de todo corazón por el
gesto, la verdad me hacía mucha falta.
CONTINUARÁ…
Comentarios
Publicar un comentario